Dar a luz y amamantar son comportamientos humanos fisiológicamente normales. Una vez que el bebé nace y se coloca piel con piel sobre el pecho de su madre, instintivamente comenzará a buscar el pecho y prenderse. Lamentablemente, no es así como suceden la mayoría de los nacimientos. Muchas intervenciones durante el trabajo de parto y el nacimiento impactan tanto a la madre como al bebé. Las madres a menudo son dadas de alta de los hospitales cuando la lactancia materna aún está en proceso de establecerse. Aquellas que tienen dificultades con la lactancia materna tienen más probabilidades de dejar de amamantar y no alcanzar sus propios objetivos.
Las recomendaciones mundiales para la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses cuentan con el apoyo de la mayoría de las asociaciones médicas y los gobiernos, pero los programas para ayudar a las madres a cumplir esta recomendación a menudo se quedan cortos. Fomentar la promoción de la lactancia materna sin proporcionar un sistema de apoyo para ayudar a las madres cuando tienen problemas puede estar teniendo un efecto negativo en los resultados de la lactancia materna.
Las madres quieren lo mejor para su bebé y cuando la lactancia no va bien sus niveles de ansiedad aumentan. Esto, junto con el cambio de hábitos de sueño debido a tener un bebé y los patrones de sueño y vigilia del bebé, sólo aumenta las preocupaciones de la madre.
Investigadores de la Universidad de Calgary analizaron un posible vínculo entre las dificultades para amamantar y la depresión posparto. Realizaron un estudio prospectivo en Calgary, Alberta, Canadá, para determinar si las dificultades con la lactancia materna afectaban el riesgo de depresión posparto. Luego también observaron si el tipo de apoyo a la lactancia materna modificaba la relación entre las dificultades de la lactancia materna y la depresión posparto. El estudio incluyó a 442 mujeres y tuvieron una tasa de retención del 86%. La conclusión de los autores del estudio destacó la importancia de un apoyo de calidad a la lactancia materna y la importancia de educar a los cuidadores de primera línea para garantizar una experiencia de lactancia positiva para la madre.
“Las experiencias de lactancia materna y los apoyos asociados son factores importantes en la salud mental posparto. El desarrollo y la implementación de intervenciones novedosas que adapten la forma en que se brinda apoyo a la lactancia materna probablemente puedan reducir la incidencia de la depresión posparto en Canadá” (Chaput et al. 2016).
El estudio titulado Dificultades y apoyos para la lactancia materna y riesgo de depresión posparto en una cohorte de mujeres que han dado a luz en Calgary: un estudio de cohorte prospectivo realizado por Kathleen H. Chaput et al., se puede encontrar aquí .